Del 29 al 31 de agosto, Salvaterra de Miño acogió la LXVI Festa do Viño do Condado do Tea, instaurada como fiesta de interés turístico gallego y ya consolidada como cita esencial del verano.
El recinto amurallado volvió a expandirse hasta abarcar toda la muralla e incluir la Plaza do Castelo con un segundo escenario musical, consolidando el éxito de espacio inaugurado el año anterior.
En total, participaron 29 bodegas y más de 100 referencias de vino, un récord que elevó aún más la experiencia sensorial y participativa.
Nuestra cata: un intercambio que se quedó corto en tiempo
El viernes a las 20 h llegó nuestro turno para compartir sabores y experiencias. La acogida fue emotiva: el público se acercó con curiosidad, ganas de conversar y realmente escuchar.
El ambiente fluyó con una naturalidad contagiosa, al punto de que, el tiempo acordado se nos quedó corto. ¡Tuvimos más preguntas que espacio en la agenda y eso nos alegró el corazón!
Más que vinos: cultura, música y comunidad
Como cada año, el evento fue un crisol de cultura sensorial: el Túnel del Vino, congregó a aficionados deseosos de explorar todos los vinos de la zona.
Las noches gastronómicas cobraron vida con bandas como Galifunk Brass, De Ninghures, G-Faz o Os D’Abaixo, mientras el domingo la fiesta culminó con música folclórica acompañando el pregón de Rubén Riós y el nombramiento de cofrades del vino 2025.
Un agradecimiento compartido
Eventos como este no solo celebran el vino. Construyen puentes entre productores y quienes se nutren de cada nota en copa.
A quienes asistieron, a los que levantaron una copa y nos contaron su experiencia: gracias por enriquecer esta cultura con sensibilidad y curiosidad.
Su interés convierte cada cata, cada sorbo, en una celebración conjunta.