Hay ferias que son más que un escaparate. Son encuentros, conversaciones, descubrimientos. Gastrónoma 2025, celebrada en Feria Valencia, fue todo eso y mucho más: un punto de conexión entre quienes amamos el vino, la tierra y la cultura gastronómica que nos une.
Galicia en el corazón de Valencia
Durante tres intensos días, formamos parte del stand de Agacal de la Xunta de Galicia, compartiendo espacio con productores y bodegas que, como nosotros, llevan el alma gallega embotellada en cada producto.

Crédito: Gastrónoma
Allí, entre aromas de mar y viñedo, nuestros vinos del Condado do Tea encontraron su sitio: frescos, equilibrados, llenos de historia y carácter.
El ambiente del túnel del vino fue uno de los grandes protagonistas de la feria. Un recorrido sensorial que invitaba a descubrir la diversidad vinícola gallega copa a copa.
Para nosotros, fue una oportunidad de oro para mostrar lo que hay detrás del vino: un trabajo minucioso, respeto por la viña y una pasión que no entiende de horarios.

¡Muchas gracias a todos los que
visitasteis el stand de Eidosela!
Catas, encuentros y nuevas conexiones
Si algo nos llevamos de Gastrónoma, además de muchas copas vacías y sonrisas llenas, fueron las conversaciones. Quienes se acercaron a nuestro espacio no solo probaron vino: compartieron impresiones, hicieron preguntas, recordaron viajes y brindaron por los próximos.
Cada cata se transformó en un pequeño diálogo sobre lo que nos mueve: la autenticidad, el territorio y la búsqueda de la excelencia sin perder la cercanía.
Además, fue una alegría ver cómo los vinos gallegos ganaban terreno entre los profesionales y el público valenciano. Cada botella abierta fue una embajada líquida de nuestra tierra, demostrando que Galicia también se bebe con el corazón.
Más que una feria, una experiencia compartida
Este evento ha sido un recordatorio de que el vino no solo se produce ni se vende: se vive y se comparte.
En cada charla, en cada brindis, en cada mirada curiosa que se detenía en nuestra copa, encontramos el sentido de lo que hacemos día a día.
Volvemos a casa con el orgullo de haber representado a nuestro rincón del Condado do Tea y con la ilusión renovada de seguir creando momentos que unen. Porque al final, ese es el verdadero sabor del vino: el de las personas que lo disfrutan juntas.