¿Eres mayor de 18 años?

Para garantizar que nuestro vino se disfruta de forma responsable, debemos confirmar que eres mayor de edad para comprar y consumir alcohol en tu país de residencia. De no existir una legislación al respecto sobre este tema, debes ser mayor de 18 años.

El clima de Galicia: clave para crear magia en nuestros vinos

Las características del clima atlántico contribuyen al excelente sabor de nuestros vinos

Galicia, con sus paisajes de verdes intensos y su costa escarpada, no solo es un tesoro natural, sino también un referente en la elaboración de vinos de alta calidad. En el corazón de esta tradición, el clima atlántico juega un papel crucial, definiendo las características únicas de cada variedad y, especialmente, del Albariño.

El clima gallego se caracteriza por inviernos suaves, veranos moderadamente cálidos y una presencia constante de lluvias.

Estas condiciones crean un entorno ideal para el crecimiento de las vides, permitiendo que las uvas alcancen una maduración equilibrada. La frescura y acidez natural, dos de los rasgos más apreciados en los vinos de la región, son el resultado directo de este clima único.

Los inviernos suaves, veranos cálidos y la presencia lluvias constantes,
moldean el sabor natural y la acidez de nuestros vinos.

Uno de los factores más distintivos del entorno de las Rías Baixas, donde se cultiva el Albariño de Eidosela, es la influencia de la brisa marina. Esta no solo aporta un matiz salino y mineral al vino, sino que también ayuda a mantener las viñas libres de enfermedades al regular la humedad en los viñedos.

Es un ejemplo perfecto de cómo el entorno natural moldea el carácter del vino, otorgándole una identidad ligada profundamente al territorio.

Además de influir en el sabor y la textura, el clima de la comunidad desempeña un papel importante en la preservación de la biodiversidad de los viñedos.

El papel de la brisa del Océnao Atlántico es crucial en el sabor de nuestros vinos.

Las temperaturas moderadas y la alta humedad favorecen un ecosistema rico y variado, donde conviven microorganismos y especies que contribuyen a la salud natural de las plantas. Equilibrio que nos permite reducir el uso de productos químicos y promover prácticas sostenibles, una prioridad fundamental en Eidosela.

Temperaturas moderadas y alta humedad favorecen el crecimiento
de un rico ecosistema que permiten reducir el uso de químicos.

En nuestra bodega, abrazamos el clima gallego como un aliado en la creación de vinos con personalidad. Cada vendimia es un diálogo con la naturaleza, donde las condiciones del año nos desafían a extraer lo mejor de cada racimo.

El resultado son vinos que no solo destacan por su calidad, sino también por su autenticidad y respeto por el entorno.

Nuestro Albariño es un reflejo de esta sinergia entre clima, tierra y tradición. Cada copa cuenta una historia única, tejida por la naturaleza y el saber hacer de nuestra gente.

Explorar el impacto del clima en la viticultura no solo nos conecta con la esencia de nuestros vinos, sino también con el compromiso de proteger este entorno privilegiado para las generaciones futuras.