¿Eres mayor de 18 años?

Para garantizar que nuestro vino se disfruta de forma responsable, debemos confirmar que eres mayor de edad para comprar y consumir alcohol en tu país de residencia. De no existir una legislación al respecto sobre este tema, debes ser mayor de 18 años.

La temperatura ideal para cada vino: un factor clave para disfrutar al máximo

El riesgo de servir un vino a una temperatura incorrecta.

La temperatura a la que servimos el vino puede marcar una diferencia fundamental en su sabor, aroma y textura.

Ya sea un vino blanco fresco o un tinto complejo, cada tipo de vino tiene un rango óptimo de temperatura que resalta sus mejores características y ofrece una experiencia única al degustarlo. 

Servir el vino demasiado caliente o demasiado frío puede alterar su sabor y desvirtuar sus características.

Un vino blanco demasiado frío puede perder parte de su intensidad aromática, mientras que un vino tinto demasiado caliente puede volverse excesivamente alcohólico y perder la elegancia. Además, los espumosos a temperaturas muy bajas hacen que la burbuja se disuelva y vuelva con efervescencia al aumentar la temperatura otra vez

Blancos y espumosos: frescura en su punto perfecto

Los vinos blancos, como el Albariño, deben servirse fríos, pero no excesivamente fríos.

Una temperatura ideal para los albariños jóvenes es entre 8 y 12ºC, que permite que sus aromas frutales y florales se expresen de manera clara, mientras que la acidez se mantiene equilibrada.

En los blancos con crianza como los lías y los barrica, la temperatura oscilaría entre 10 y 14ºC para los primeros, y 12 y 16ºC para los segundos.

Los vinos espumosos, como los de nuestra línea de espumosos Eidosela, deben servirse a una temperatura similar, alrededor de 6 y 8ºC. Esto permite que las burbujas se desarrollen adecuadamente y que el vino conserve su frescura y vivacidad.

Sirviendo nuestros vinos entre estos rangos de temperatura,
potenciarás todos sus sabores, aromas y texturas.

Consejos prácticos para servir los vinos a la temperatura ideal

  • Refrigera los blancos y espumosos unas horas antes, pero no los dejes demasiado tiempo en el hielo.

  • Los tintos se benefician de una ligera aireación previa, así que es recomendable abrir la botella unos minutos antes.

  • Uso de decantadores para los tintos más robustos, estos puede ayudar a oxigenar y abrir los aromas, pero también es importante servirlo a la temperatura adecuada.

Desde el primer sorbo hasta el último, la temperatura influye en cómo experimentamos el vino, por lo que tener en cuenta estos detalles te permitirá disfrutar de una experiencia enológica mucho más rica y completa.

Te animamos a poner en práctica todos estos consejos y a que experimentes, de primera mano, su resultado.