¿Eres mayor de 18 años?

Para garantizar que nuestro vino se disfruta de forma responsable, debemos confirmar que eres mayor de edad para comprar y consumir alcohol en tu país de residencia. De no existir una legislación al respecto sobre este tema, debes ser mayor de 18 años.

Las claves del sistema de emparrado o semipérgola

El método de emparrado o semipérgola es una técnica de cultivo tradicional, especialmente, para los albariños, cuyo uso aporta varios beneficios tanto al vino como al terreno.

Tradición y eficiencia en la DO Rías Baixas

El método de emparrado o semipérgola es una técnica de cultivo tradicionalmente utilizada en la Denominación de Origen Rías Baixas, especialmente, para los albariños. Se ha mantenido a lo largo de los años debido a su eficacia y porque ha demostrado que también es una herramienta esencial para la producción de vinos de alta calidad.

En este artículo, exploraremos qué es y analizaremos las tres principales razones por las cuales es tan beneficioso en Galicia.

¿Qué es el cultivo en emparrado o semipérgola?

El emparrado o semipérgola es un sistema de cultivo en el cual las vides se conducen a una cierta altura sobre el suelo mediante una estructura de soporte. Esto permite que las hojas y los racimos crezcan en una especie de «piso verde». En las Rías Baixas, es común ver estas estructuras elevadas que facilitan su exposición al sol y al aire, elementos cruciales para el desarrollo óptimo de la uva.


3 ventajas que proporciona el emparrado

1. Mayor aireación y menor incidencia de enfermedades criptogámicas

Uno de los mayores desafíos en la agricultura vitícola es el control de las enfermedades criptogámicas, causadas por hongos que prosperan en condiciones de alta humedad. Galicia, con su clima húmedo y lluvioso, es particularmente susceptible a estos problemas.


Al elevar las vides del suelo con el sistema de emparrado, mejora significativamente la aireación alrededor de las plantas. Esto reduce la humedad en las hojas y los racimos, creando un entorno menos favorable para el desarrollo de dichos hongos y otras enfermedades.

Además, una mayor exposición al viento ayuda a secar las plantas más rápido después de la lluvia, disminuyendo aún más el riesgo de infecciones fúngicas.

2. Control del crecimiento vegetativo

También controla la vigorosidad de las vides. Cuando estas crecen a una mayor altura, les cuesta más «bombear» la savia desde las raíces hasta las hojas y los racimos. Un esfuerzo adicional que reduce el desarrollo excesivo, que puede ser perjudicial para la producción de uvas de calidad.

De este modo, los viticultores pueden asegurar que la energía de la planta se concentre en el desarrollo de frutos sanos y bien equilibrados. Este balance es crucial para la producción de vinos con una concentración ideal de aromas y sabores.

3. Optimización del uso del suelo

Galicia es conocida por su minifundismo, con pequeñas parcelas de terreno que limitan el espacio disponible para la agricultura. La semipérgola ofrece una solución ingeniosa a este problema al permitir el cultivo en múltiples niveles. Así, otros pueden aprovechar el espacio a ras de suelo.

Esta técnica no solo duplica la superficie cultivable, sino que también mejora la eficiencia del uso del terreno. Históricamente, ha permitido a los agricultores maximizar el rendimiento de sus pequeñas parcelas, combinando la producción de uvas con otros cultivos esenciales para la subsistencia local.


Al mantener este sistema de cultivo, los viticultores de las Rías Baixas no solo preservan una parte importante de su herencia cultural, sino que también aseguran la continuidad de prácticas sostenibles y eficientes que benefician tanto al medio ambiente como a la producción vinícola.

En Bodegas Eidosela, estamos orgullosos de seguir utilizando este método tradicional, que contribuye a la complejidad y excelencia de nuestros vinos.